Las escuelas públicas de Puerto Rico son un entorno idóneo para la implantación de modelos bigeneracionales debido a que el 80% de los y las estudiantes que atienden provienen de un trasfondo socioeconómico desventajado, por lo que la comunidad escolar se presta para funcionar como el epicentro de la prestación de servicios.
Este informe presenta los resultados de un estudio de diagnóstico y recomendaciones sobre viabilidad de los modelos bigeneracionales en las escuelas públicas de Puerto Rico y su posible implantación a través de la Oficina de Integración de la Familia y la Comunidad (OIFC). El mismo se condujo bajo un acuerdo colaborativo con el Departamento de Educación dePuerto Rico (DEPR) y el Laboratorio deMovilidad Económica de Puerto Rico (LabMovEPR) del Instituto de Desarrollo dela Juventud.
Los modelos bigeneracionales, también referidos como modelos de toda la familia, atienden las necesidades de los niños, niñas, madres, padres y encargados que viven en pobreza con el objetivo de lograr su movilidad económica. Estos modelos utilizan una metodología de prestación de servicios integrados, simultáneos y coordinados para todos y todas en la familia con el fin de romper el ciclo de la pobreza. Contienen cinco elementos principales: (1)educación pre-escolar y primaria de calidad (2) inserción laboral y educación postsecundaria; (3) salud y bienestar; (4) desarrollo de capital social y; (5)desarrollo de bienes económicos.
Las escuelas públicas de Puerto Rico son un entorno idóneo para la implantación de modelos bigeneracionales debido a que el 80% de los y las estudiantes que atienden provienen de un trasfondo socio económico desventajado, por lo que la comunidad escolar se presta para funcionar como el epicentro de la prestación de servicios. 70% de los niños, las niñas y adolescentes de Puerto Rico asisten a una escuela pública. Estas cifras le dan un poder enorme al DEPR para tomar acciones día a día que logren mejorar las vidas de sus estudiantes y familias de ingresos bajos.
Los modelos bigeneracionales tienen el potencial de mejorar el desempeño estudiantil. Cuando la situación económica de las familias mejora, éstas cuentan con más recursos para apoyar la educación de sus hijos e hijas. El desarrollo del capital social en los modelos bigeneracionales fomenta que las madres, padres y encargados estén más empoderados para involucrase en la comunidad escolar. Cuando los y las encargadas logran aumentar sus niveles de educación formal pueden optimizar sus estilos de crianza y ser más efectivos como los primeros maestros y maestras de sus hijos e hijas. La atención a las dos generaciones hace que las familias puedan participar más en la educación de sus hijos e hijas pues están más informadas sobre su desempeño académico.
Para hacer el diagnóstico y las recomendaciones se examinaron: políticas públicas, presupuestos, datos socioeconómicos de los municipios y calificaciones de las escuelas. También se realizaron visitas a tres escuelas, se entrevistó personal escolar, se realizó un grupo focal con los y las Especialistas de Familia y se observaron dos reuniones de padres y madres. Se realizó un análisis FODA para resumir los hallazgos del diagnóstico.